Construyendo la Patria que soñamos
Hacia el bicentenario de la independencia
Convocando al Congreso de la militancia por la liberación
17 de noviembre en Ezeiza
Declaración de Tucumán.
San Miguel de Tucumán 9 de julio de 2010.
Introducción
Nadie puede negar la injusticia de un sistema de dominación, que planteó a la globalización como la panacea de todos los males, mientras miles de millones de personas en todo el planeta son excluidas económica, política y culturalmente.
El capitalismo financiero entró en su crisis más profunda. El capital parasitario y especulativo es como un cáncer que no sólo afectó a los países dependientes (México, Corea del sur, India, Brasil, Rusia, Turquía, Argentina, etc.) ahora fue directamente al centro del Imperio poniendo en crisis las economías de EEUU, Inglaterra y Europa.
A contrapelo de las políticas de ajuste o liberalización -que ahora toman los países centrales como bandera para resolver sus problemas-, se fue construyendo en Nuestra América otro proyecto político. Desde el Rió de la Plata hasta el Caribe, Republicas hermanas latinoamericanas van construyendo en su práctica un camino distinto del que les propone el Imperialismo Financiero Global. Un camino propio tiene sentido en el objetivo de la Grandeza de la Patria y la Felicidad del Pueblo.
En cada plano nacional ese proyecto no se construye sino en disputa con los que se aferran a los privilegios detentados en el apogeo del neoliberalismo. La sociedad se polariza en torno a proyectos de país que se van haciendo antagónicos.
En la Argentina, la reacción del poder económico concentrado intenta impedir la profundización necesaria del proceso político abierto el 25 de mayo de 2003.
Con Kirchner los argentinos recuperamos la esperanza. Con Kirchner en el 2011 vamos a ir construyendo juntos la Patria que soñamos.
Kirchner y Cristina hicieron una correcta lectura de las derrotas de la 125 y del 28 de junio. No había que claudicar ante las exigencias de los grupos concentrados de poder económico, sino profundizar el proceso nacional, democrático y social.
No son tiempos para tibios, ni para acomodaticios.
Nuestra hora esta signada por el desafió nacional popular revolucionario de dar cuenta de esta oportunidad histórica, donde el Pueblo ha dado muestras de que estará presente si se lo convoca para profundizar el proyecto nacional latinoamericano de la Patria Grande. Planteando como Pueblo la necesidad de profundizar, construir la fuerza político social propia y los cuadros políticos militantes de organización.
El bicentenario nos convoca a recoger las banderas de todos aquellos que lucharon por la liberación nacional en estos doscientos años, dando continuidad a su epopeya liberadora.
Es la hora de la política, la hora de la militancia.
La militancia es conciente de la necesidad de la construcción de una fuerza política que impulse el proceso.
En esa idea de unidad en la diversidad nos encontramos militantes con historias y prácticas diversas, pero unidos en el objetivo de pensar la Patria que queremos y que vamos a ir construyendo de cara al bicentenario de la independencia, el 9 de julio de 2016.
Estos puntos son un aporte para la reflexión y debate con todos los grupos, organizaciones, movimientos y sujetos políticos con los que aspiramos a conformar todos juntos la militancia revolucionaria del proyecto nacional, popular y latinoamericano.
Puntos programáticos
JUSTICIA SOCIAL
Trabajo como derecho para todos
El trabajo dignifica la persona humana. La desocupación ha sido el gran flagelo que mantuvo de rodillas a nuestro Pueblo durante el apogeo del neoliberalismo. Este Pueblo -que se puso de pie-, tiene que conquistar una cuestión fundamental, EL TRABAJO COMO DERECHO. Será la capacidad que tengamos de poner la impronta de los trabajadores en el Estado lo que consiga que este derecho esté garantizado por la estructura del propio Estado.
Y este trabajo para todos ha de conjugarse con un salario digno, no sólo porque el pleno empleo eleva los pisos salariales, sino también porque la organización de los trabajadores hace que se vaya discutiendo en paritarias qué parte se queda en el bolsillo de los que verdaderamente producen la riqueza de una Nación.
Estamos convencidos de que LOS TRABAJADORES SON CABEZA Y COLUMNA VERTEBRAL DE CUALQUIER PROCESO DE CAMBIO SOCIAL.
Vivienda digna para todos los que habiten este suelo
Las condiciones de vida hacen a la justicia social. Que cada hombre y mujer que habite nuestro suelo no pueda tener un techo digno en donde cobijar a su familia es una deuda pendiente. Se ha avanzado con la construcción de cientos de miles de viviendas. Tenemos que convertir a la construcción de las millones que faltan, en una política de Estado facilitada por créditos hipotecarios diferenciales, mayor participación de cooperativas de trabajo en la construcción, etc.
La construcción de viviendas tiene la capacidad de activar la economía interna y da trabajo directo e indirecto. 2010/2016: NADIE SIN TECHO EN LA ARGENTINA
Sistema impositivo progresivo
Un injusto y regresivo sistema impositivo fue impuesto por el neoliberalismo financiero global. Los que menos tienen son los que más pagan (en relación a sus ingresos) principalmente a través de ese gran impuesto al consumo que es el IVA. Establecer mecanismos para acabar con la evasión y elusión impositiva de los grandes capitalistas e ir bajando paulatinamente el impacto de los impuestos al consumo en la canasta familiar para los más humildes (sin que la lisa y llana eliminación del IVA sea absorbida por los comerciantes y formadores de precios mediante el recurso de la inflación) es uno de los grandes desafíos para una economía nacional y popular.
INDEPENDENCIA ECONÓMICA
Rol protagónico del estado en la economía
Los liberales plantean que el Estado no tiene que tener influencia en la economía sino el mercado. Pero la idea de una mano invisible del mercado siempre estuvo relacionada con un Estado transformado en el puño visible que pone orden contra cualquier intento de acabar con las concentraciones y los privilegios que genera el capitalismo.
No existe el Estado ausente, ni neutro. Si no es transformado en su estructura y puesto como instrumento de los Pueblos para avanzar en el camino de su liberación, el Estado se configura como garantía del monopolio del capital.
Un ejemplo concreto de avance popular en este sentido fue la recuperación de los fondos de jubilaciones de los trabajadores para restaurar un sistema solidario sustrayéndolo al beneficio del sistema financiero.
Planificación industrial estratégica
Es indispensable recuperar el papel estratégico del Estado en la economía, en la planificación, en la propiedad de los recursos y resortes claves, en la ingerencia en la defensa de los intereses de los humildes. Se hace indispensable la intervención del Estado en la promoción de la producción en áreas estratégicas de alto valor agregado por su capacidad de crear al mismo tiempo altos niveles de empleo y altos grados de independencia económica.
Sostenemos la necesidad de una economía altamente industrializada, estructurada por el Estado, nacionalizada en sus intereses y sobre todo puesta al servicio del hombre.
Nacionalización del sistema financiero y el comercio exterior
El manejo del crédito y el sistema bancario no puede depender de la voracidad de lucro, sino de un proyecto de desarrollo social y nacional. El objetivo último es la nacionalización de la banca para que esta deje de ser funcional al sistema financiero transnacionalizado y se transforme en herramienta al servicio del sistema productivo de nuestro país. El acceso al crédito para emprendimientos productivos sigue siendo caro y engorroso para pequeñas y medianas empresas y mucho más fácil para grandes conglomerados económicos. Creemos que la naturaleza del sistema bancario es ponerse al servicio del desarrollo productivo del país y no al servicio de la renta financiera.
En la etapa de la globalización, el manejo del comercio exterior es una pieza clave de la riqueza de las naciones. Este manejo está en manos de un puñado de empresas transnacionales. Ellas son las que se quedan con la parte del león de la producción de nuestra tierra y el trabajo de los la que habitan.
Tenemos que avanzar sobre el oligopolio del comercio exterior, nacionalizándolo, de modo tal que sea puesto al servicio de los intereses nacionales y la necesidad de reinvertir al máximo las divisas que las exportaciones generan, gran parte de las cuales terminan fugando a los países centrales.
SOBERANÍA POLÍTICA
Nacionalización de los recursos naturales
En los 90 se privatizó enajenando los recursos nacionales.
El Estado Nacional debe ejercer la soberanía sobre hidrocarburos, minería, agua, bosques, pesca, recursos paisajísticos (que corresponden a esa actividad económica que es el turismo), biodiversidad, espacio aéreo, etc.
No estamos diciendo que alcance con que los recursos estén en manos del Estado, sino que es preciso que éste garantice que esos recursos estén al servicio del conjunto del Pueblo. Y no de manera abstracta, sino con un plan estratégico de aprovechamiento en beneficio de las mayorías.
Muchos de estos recursos naturales serán el marco de futuros conflictos con los países centrales. El Estado debe recuperar el ejercicio pleno e integral de la soberanía sobre todos estos recursos para poder afrontar tales batallas.
Medios de comunicación en manos del pueblo
Los medios de comunicación audiovisual tienen una fuerte penetración en todos los sectores sociales y son en la actualidad uno de los grandes aparatos ideológicos de construcción de sentido de realidad política y de imposición de formas de consumo y prácticas de relaciones humanas. La gran batalla cultural se libra en el terreno virtual que el monopolio mediático Clarín-Vila-Manzano impone. Debemos recuperar que la Calle vuelva a ser el terreno de la política.
Hoy esos medios de comunicación masiva están concentrados en un puñado de monopolios-mediáticos que juegan fuertemente su partida política.
La Ley de Medios de la democracia fue una decisión política clave de cara a esa batalla política y político-ideológica. Pero ella no fue un punto de llegada sino que es un punto de partida. No tenemos que luchar sólo por reglamentarla, por implementarla y por desarticular el monopolio mediático para recuperar los medios de comunicación, sino también por construir los medios de comunicación en manos de nuestro Pueblo.
Federalismo económico, político y cultural
El proyecto neoliberal del país para pocos destruyó sistemáticamente las economías regionales. Las economías locales se hicieron deliberadamente inviables, con los consecuentes empobrecimientos y desarraigo de las poblaciones más jóvenes hacia los centros urbanos en búsqueda de oportunidades. Se destruyó el medio ambiente al subordinar las zonas cultivables al proyecto financiero mono exportador de materias primas con paquetes tecnológicos de intensiva extracción de nutrientes y uso extenso de agro tóxicos. El avance de las zonas sojeras destruyendo los montes nativos y desplazando violentamente a los pueblos originarios de la tierra es el ejemplo más drástico de esto. La existencia de una estrategia de desarrollo regional con respeto a la naturaleza y a las personas que viven en y de la tierra es fundamental para construir una ARGENTINA ECONOMICAMENTE FEDERAL. El federalismo no es defender los privilegios y beneficios de un puñado de oligarquías locales sino un proyecto nacional integrado económicamente con justicia, haciendo que “DIOS DEJE DE ATENDER EN BUENOS AIRES”.
Un país federal es nuestra forma de proyecto nacional. El país federal se construye desde lo económico, pero también desde lo cultural, lo político, lo social, las comunicaciones, y sobre todo desde la construcción de las decisiones.
INTEGRACION SUDAMERICANA
Construcción de un Estado plurinacional sudamericano
Nuestra América tiene una raíz común. Nos liberamos juntos del yugo español, nos balcanizaron las oligarquías aliadas al imperialismo británico. En el bicentenario, el sueño de los libertadores como San Martín y Bolívar vuelve a ser bandera vigente.
En el camino de la integración se han puesto muchos mojones MERCOSUR, COMUNIDAD LATINOAMERICANA DE NACIONES, ALBA y UNASUR son sólo algunos.
La integración real tiene que exceder lo económico que sigue siendo balcanización; tiene que ser integración para la unidad de los Pueblos de nuestra América.
Hay que romper el orden jurídico, político y social de la dependencia uniéndonos en un Estado justo. ESTAMOS HABLANDO DE UN GRAN ESTADO PLURINACIONAL SUDAMERICANO.
Sistema de defensa continental
Las Fuerzas Armadas, con la doctrina de la seguridad nacional, llegaron a ser prácticamente un ejército de ocupación en los países latinoamericanos. Las oligarquías locales lograron consolidar la fuerza propia del Estado como brazo armado del imperio.
Es imprescindible integrar a las Fuerzas Armadas en un proyecto nacional-continental liberador, dotándolas por ejemplo de hipótesis de conflicto en torno a los recursos naturales. Necesitamos unas fuerzas armadas que no tengan absolutamente ningún tipo de rol en la seguridad y represión interior; que estén con funciones específicas en el desarrollo del país, pero además que los conflictos estén centrados contra el imperialismo financiero que amenaza nuestras riquezas naturales con sus públicos planes estratégicos, y no contra los pueblos o países limítrofes. Es preciso construir una doctrina de defensa de la soberanía continental.
Unas fuerzas armadas sanmartinianas tienen como objetivo estratégico la liberación de nuestra América. Se trata de recuperar ese espíritu del miliciano ejército de San Martín, como también de los oficiales nacionalistas e industrialistas como Mosconi, Savio, Baldrich, y el propio Perón.
Construir herramientas económicas de independencia sudamericana
El proceso de integración sudamericana requiere de instrumentos de naturaleza económica que garanticen la independencia respecto de las herramientas de dominación financiera del capital transnacional. El proyectado Banco del Sur y el Fondo del Sur son algunas de estas herramientas que pueden fortalecer la autonomía continental contra los embates especulativos y los intereses imperialistas. Tener una fortaleza económica mayor que las reservas con que cuenta cada uno de los países de Nuestra América, nos hace menos vulnerables, pero al mismo tiempo sin que se transforme en un elemento que obstaculice el ejercicio de la autonomía de la decisión monetaria en beneficio de los países más grandes de la región (tal como ocurrió muchas veces en el proceso de integración económica europea).
Puntos estratégicos
REAFIRMAR LO HECHO EN ESTE PROCESO POLITICO
BANCAR A NUESTRO GOBIERNO POPULAR
Las fuerzas reaccionarias quieren restaurar el orden del privilegio establecido en el apogeo del neoliberalismo. Nosotros no sólo bancamos frente a los gorilas destituyentes de siempre a nuestro gobierno nacional y popular conducido por Cristina Fernández, sino que también estamos orgullosos de todo lo hecho en estos años.
Nosotros definimos claramente que nuestro lado de la cancha es junto al proceso político que conducen Kirchner y Cristina, que transformando la política nacional, generó las condiciones para el despliegue de un movimiento popular que aun está en construcción.
CONSTRUIR LA FUERZA POLÍTICA NECESARIA PARA PROFUNDIZAR EL PROCESO
Sin el protagonismo y la movilización de las masas no existe transformación posible.
Algunos de los grandes hechos que fueron puntos de inflexión en nuestra historia fueron constituidos por la movilización directa de nuestro Pueblo. El 17 de octubre de 1945, el mayo y septiembre de 1969, y el 20 de diciembre de 2001, son algunos ejemplos. Nos referimos concretamente a que: sin la organización de las grandes mayorías del Pueblo no se pueden ganar las batallas fundamentales contra los enemigos de la Patria.
La espalda para construir una sociedad más justa no la constituye el acierto de tal o cual política de un funcionario técnico ilustrado, sino la fuerza social comprometida con reivindicaciones concretas y movilizada para poner al Estado al servicio de esas necesidades. Sin un pueblo organizado para imponer una política pública que garantice en lo concreto los derechos conquistados, esos derechos no se materializan. Esa organización popular se tiene que dar con vocación movimientista y frentista. No se puede alcanzar la liberación sin un movimiento nacional y popular, y un frente nacional de liberación en marcha.
MILITANCIA REVOLUCIONARIA DEL KIRCHNERISMO
Nuestro aporte al proceso, en tanto militantes comprometidos con la causa, es organizar a aquellos que quieren profundizar y extender las fronteras del proceso.
Se hace imperiosa una revaloración de la militancia como un modo de hacer política, cuyas bases son el proyecto colectivo, el impulso del protagonismo popular, la mística en la construcción de la fuerza política, la relación cara a cara con los hombres y mujeres de nuestro Pueblo.
Es imposible ganar la adhesión del Pueblo y su compromiso en la construcción de un proyecto nacional sino ganamos la batalla cultural. Y esto no se hace blandiendo la moderación como bandera, sino resignificando el proyecto nacional en términos de epopeya histórica que incluya a aquellos capaces de soñar una Patria Grande más justa, más libre, más soberana.
Se hace imperiosa la construcción de la fuerza que impulse este proceso. La profundización no es un discurso, sino un avance concreto sobre intereses económicos y sociales de los privilegiados que no se han de resignar alegremente a perderlos. Los sectores imperiales-oligárquicos han dado siempre batalla frente al avance popular. Hoy como ayer, la están librando mediante expresiones económicas, mediáticas y políticas tanto las abiertamente embanderadas, como las funcionales. Pero la respuesta a la misma no puede ser sólo la defensa cerrada de lo hecho, sino enarbolar la bandera de la Patria que queremos construir.
Es necesario elaborar una estrategia de tendencia, que sea capaz, por un lado, de compensar las contradicciones secundarias de este proceso (contrabalanceando las opciones más conservadoras que juegan dentro del kirchnerismo), y por el otro, de profundizar el proceso de transformaciones revolucionario contra el intento reaccionario de golpear y desestabilizar a este gobierno.
Para ello es tarea de la militancia ser sujeto de la profundización de este proceso. La misión de los Kirchner es construir, como dice Cristina, mayoría política. La misión nuestra es defender lo alcanzado y construir la espalda para ir por más, para avanzar.
La fuerza política de la militancia revolucionaria se construye si tenemos clara la contradicción principal: Liberación o dependencia.
LA NECESIDAD DE PONER EL ESTADO EN MANOS DE LA MILITANCIA Y LOS TRABAJADORES EN GENERAL, DESPLAZANDO LA TECNOCRACIA
La clave de cualquier proceso de liberación es un movimiento nacional y popular en marcha, que ponga al Estado Nacional a ser constructor de un proyecto liberador.
El Estado debe resolver los conflictos a favor del pueblo y estar al servicio de la organización popular.
Se trata de que el Estado se pinte de pueblo, de cabecita negra, que se pueble de Evitas y de Ches. Cuando el pueblo entra al Estado rompe la lógica del palacio. Las instituciones entraran necesariamente en crisis, cuando el Estado se ponga enteramente al servicio de la construcción de una PATRIA SOCIALMENTE JUSTA, ECONÓMICAMENTE LIBRE Y POLÍTICAMENTE SOBERANA.
En la ciudad de San Miguel de Tucumán 9 de julio de 2010.
Emilio Persico y Chino Navarro (Movimiento Evita); Quito Aragon (Corriente Nacional Martín Fierro); Marcelo Koenig (Movimiento Peronista Revolucionario); Pacha Velazco (CNP 25 Corriente Nacional y Popular 25 de mayo); Gastón Harispe (Movimiento Octubres); Héctor Gallego Fernández (Peronismo Militante); Juan Cruz Dafunchio (Movimiento Aníbal Verón); Andrés Larroque (La Campora); Mariana Grass (Movimiento Bicentenario); Agustina Albistur (Perukas); Luis Vivona (Agrupación Pueblo); Pata Alvarez (Organización La Hora de los Pueblos); Luis Caro (Movimiento de Fabricas Recuperadas); Movimiento Andresito, Juan Miguel Gómez (JP Descamisados); Eduardo Montes (); Walter Formento (ENPL- Encuentro Nacional Popular Latinoamericano); Lorena Pokoik y Carlos Oviedo (Corriente Peronista German Abdala), Lito Borello (Comedor Los Pibes); Omar Furlan (Agrupación Evita Compañera); Marcelo Yaquet (Corriente 17 de Agosto).